Sunday, February 11, 2007

cuento

En la noche oscura encontré refugio, la tensión de mi cuerpo me delata.

Necesito salir, caminar, tomar aire. Recorro las calles sin mirar, a veces las miradas esquivas se cruzan con la mía, somos muchos los que vamos queriendo ver a nadie. Sin embargo quiero verlo todo…algo en mí se retuerce buscando salida.

No hace frío, no hace calor…y tengo sed. Sed de vida, de ruido y bullicio. Camino sin destino preciso, buscando un lugar, las luces me provocan y las ignoro, espero que una me llame y me diga ven. Entro, las lámparas bajas, el humo en el aire, una atmósfera turbia que me acoge y me hace parte de la noche…..Sí, esa voz dentro de mí dice si…

Sin darme cuenta me mojo los labios, mis manos tiemblan. Coloco mis cabellos detrás de la oreja, mi paso se hace cada vez más rítmico y fuerte como una danza, una danza que se apodera de mis caderas que bailan alegres rumbo a lo desconocido. Sonrío siento luces que salen de mis ojos, disparo flashes en todas direcciones. Mi blusa me aprieta, sacudo el pelo, desabrocho un botón, me saco la chaqueta….voy derecho a la barra y me acodo, mi rostro reflejado en el espejo del mostrador me sorprende, deliciosamente cómoda…y ordeno.

- ¿Me sirves una cerveza ?.... gracias. Enciendo un cigarrillo, nada mejor que disfrutarlo todo de una vez.

Se que esta noche está intranquila. Pido algo suave porque tengo ganas de beber….beber y beber. Para saciar una sed de algo. Cada gota es una invitación para otra gota…para otra sonrisa…otra risa.

De pronto ya estoy charlando con alguien, alguien que me mira corruptamente. Sonrío complacida, adoro provocar reacciones en la gente… el deseo en las personas, esa mirada caliente es como una recompensa que alimenta mi ego, vampirizo a mi admirador, egoísta y desafiante siento cosquillas en mis dedos.

Los muerdo. Cuando me muerdo los dedo es señal inequívoca de que estoy absorta, entretenida…sin darme cuenta abandono poco a poco la compostura y río, río por dentro y por fuera….estoy dejando paso a paso de pensar y ella está tomando el control de mis palabras, de mis movimientos y mis miradas…a ella le encanta el exceso, exceso de vino, de ruido, de sensaciones. Digo ella, porque ella parece otra persona que se esconde dentro de mí. Yo, la profesional, la eficiente, la buena persona se transforma; muta en la barra de un bar, en un hotel, en la calle…

Ella también se ríe, me mira la boca y me invita con sus ojos, sus dientes y su aroma…se levanta y yo la sigo…ella juega también y me seduce. ¡Qué divertido ir y venir de miradas e indirectas! Juego de adultos, de niños grandes, de niños…de ese que late dentro de ti y de mí, ese que ansia juguetes nuevos….

1 comment:

Federico said...

aha

los dedos...

lo tendré en cuenta

saludos